Conoce las principales diferencias entre cemento y mortero

¿Qué es el cemento?

El cemento es una mezcla aglutinante de diversas partículas muy finas, como conchas, arena de sílice, arcilla, yeso, mineral férrico y piedra caliza.

Para calificar como cemento, estos materiales deberán ser triturados de manera minuciosa, ser combinados con otros ingredientes y luego ser preparados en un proceso a altas temperaturas.

Solo entonces, surge una mezcla que generalmente es de color gris, que se aprecia mucho por su capacidad de solidificación (endurecimiento); misma que se enfriará, secará y almacenará hasta ser vendida a su usuario final.

Es importante mencionar que se le considera un material de construcción primario, que además se emplea durante la elaboración de nuevos materiales. Principalmente, el cemento es ingrediente del estuco, de adhesivos para cerámicas de gran formato, y por supuesto, del mortero.

¿Qué es el cemento blanco?

El cemento blanco posee las mismas propiedades que su contraparte gris, pero dado que durante su fabricación se evitó incluir hierro u otras arenas que oscurezcan la mezcla, el cemento queda de color blanco. No obstante, se le pueden añadir pigmentos para cambiar su color, ¡todo depende de tus gustos!

Debido a esta cualidad atractiva, el cemento blanco suele aplicarse en acabados artísticos de fachadas o en trabajos de mampostería, al igual que en la construcción tradicional de pisos, trabes, castillos, columnas, losas y más.

¿Qué es el mortero?

No hay mortero sin cemento, pues este último es el ingrediente principal. Básicamente, el mortero se compone de cemento y diversas arenas finas, produciendo así un buen material adhesivo.

Es importante tener claro que el mortero surge de la unión ideal entre un aditivo y un conglomerante, que en muchas ocasiones puede ser cal, yeso o, más que nada, cemento.

Principales diferencias entre cemento y mortero

	Cemento	Mortero
Composición	Piedra caliza, arcilla, conchas y arena de sílice	Cemento y arena
Usos	Su uso principal es en cimentaciones como: Construcción de muros y pisos, castillos, columnas y techos, etc.	Trabajos que no requieren resistencia estructural como: Pegado de ladrillos, bloques, rellenar juntas, empostado, aplanado, zarpeo y afine.

Ahora que ya sabes para qué es el mortero y el cemento, podrás elegir el adecuado para cada proyecto, aprovechando sus propiedades y ventajas de la mejor manera.